Reiki: Camino del maestro

Siempre ocurre que pensamos en La Felicidad desde la negación. Si nos preguntamos qué es La Felicidad, lo más probable es que nuestra mente divague buscando asociar La Felicidad a algo: a una experiencia vivida, a un paisaje, a un olor o un color. Pero Muchas veces, nuestra mente nos trae memorias dolorosas para indicarnos que La Felicidad es algo que no es esa situación: no es ese llanto, no es esa pérdida, no es esa carencia, no es ese vacío.  Nuestra mente poderosa nos recuerda esos estados de baja vibración y sucede que en muchas ocasiones nos quedamos en esas memorias dolorosas más tiempo de lo debido, atrasando nuestro despertar espiritual y por ende nuestra verdadera felicidad. La Felicidad es un estado de nuestra consciencia y como tal tiene que ver con la inmediatez con la que percibimos y reconocemos las cosas. La Felicidad nos hace sentir alegres, optimistas, satisfechos, realizados. Es la suma de toda lo positivo en nuestra vida a la enésima potencia. Por ést

Las palabras son hechizos...  Sabemos que hay hechizos de magia blanca y de magia negra y nuestra imagen del brujo o hechicero es esa persona que trabaja para conjurar estas energías. Lo que no sabemos es que nosotros mismos somos hechiceros y que podemos hacer magia con nuestras palabras. Cuando utilizamos La Palabra debemos prestar atención a lo que decimos, a quién se lo decimos y cómo lo decimos. Las palabras tienen vibración buena o mala y esa vibración se potencia con la intención.  Un ejemplo de ello es cuando le decimos a un niño que es feo o que es inútil. Allí estamos conjurando todo lo peor para enviar con nuestras palabras un hechizo de magia negra a ese niño que crecerá con el estigma de ser feo e inútil. Igual sucede cuando la amiga o amigo que emprendió un proyecto personal para verse mejor y le lanzamos "no veo que avances, estás igual". Si esa persona está haciendo un esfuerzo de mejorar desde lo interior, de mejorar su autoestima, pues le estare

"Corazón es lo único que tengo", una canción de Bruno Mansur que nos conecta con nuestros ancestros, con esos seres que nos ayudan a crecer espiritualmente cada día. Bendigo a mis ancestros hoy, mañana y siempre. Gracias, Gracias, Gracias, Un abrazo de Luz, Namasté, Pedro Luis. Suscribete y recibe en tu e-mail todas las publicaciones

Ya hemos conversado en casi todos los artículos de éste blog, que la Prosperidad y Abundancia parte de nuestro estado interior y que luego se manifiesta de múltiples maneras en nuestra vida: más feliz, más salud, más amor propio, más gratitud, más compasión y claro está, como estamos conectados en ese estado de gracia interior, vendrá a nuestra vida ese aspecto económico, por lo que tendremos menos problemas con el dinero. Pero también aparte de este trabajo interior y de cambio de paradigmas en lo que nuestro subconsciente procesa como Prosperidad y Abundancia, está ese resonar con nuestro exterior a través de la poderosísima Ley de Atracción. ¿Que dice la Ley de Atracción? en palabras sencillas, ésta ley indica que " atraes a tu vida, esa energía en la que vibras " y es una Ley. No una ley del campo humano, no tiene que ver con lo jurídico, tiene que ver con lo universal, con lo trascendente; y por ser una ley se cumple. ¿Han visto las aves que vuelan junt

La Gratitud es definida como un sentimiento, emoción o aptitud de reconocimiento por un beneficio recibido presente o futuro. Muchos estarán de acuerdo con este concepto, pero si lo analizamos, esa definición de gratitud es incompleta. La Gratitud es un " estado de nuestra conciencia " que nos hace comprender que somos uno con la Divinidad, uno con todos y uno con el universo. Implica que debe cultivarse y que debe ser sentida interiormente. No basta con repetirnos todos los días afirmaciones de agradecimiento y al actuar en nuestra cotidianidad, mostramos lo contrario. La Gratitud es muestra de amor propio, de compasión de respeto; es un gran valor para nuestro crecimiento espiritual. Pero más importante aún, La Gratitud es la clave de todo . Sí, es la clave de nuestra prosperidad y abundancia.  Muchos desde nuestra creencia, conectamos la prosperidad y la abundancia con el sentido económico y en realidad éste es sólo una cara de la moneda. Es común notar qu

¿Cuántas veces somos severos con nosotros mismos? ¿Cuántas veces nos llamamos brutos, ignorantes y nos calificamos con cualquier adjetivo peyorativo o de desprecio? ¿Cuántas veces nos decimos "no me lo perdono"?. De esto trata La Compasión, de mirarnos con amor y bondad a nosotros mismos. No en un sentido religioso, sino en un sentido holístico y de amor propio, porque al final de cuentas, practicar La Compasión con nosotros mismos, nos permitirá fluir en ese sentido cuerpo-mente-alma y tendrá efectos en cómo vemos a otros y en nuestra prosperidad y abundancia interior, que es lo primero que debemos cultivar. Ser compasivos con nosotros mismos, significa prestar atención a nuestros errores y agradecer porque se presentan, ya que son parte de nuestro proceso y nos muestran eso que debemos sanar. No somos perfectos y como lo conversamos en el tema de La Aceptación, debemos aceptarnos tal cual somos. Una forma práctica de comenzar a trabajar en nosotros La Compas

La Aceptación a veces se nos presenta como algo difícil de lograr, porque creemos que no podemos cambiar. Todos nuestros patrones son aprendidos. Vemos en los niños que no existe problema alguno con este tema de La Aceptación. Es cuando vamos creciendo, por los aprendizajes y creencias adquiridas, que caemos en la intolerancia y en el irrespeto, inconscientemente hacia nosotros mismos y conscientemente hacia los demás. ¿Por qué digo inconscientemente hacia nosotros mismos? porque La Aceptación es muestra de amor propio y cuando nos mostramos intolerantes frente a la vida y posiciones de otras personas, mostramos una falta de respeto y falta de amor propio hacia nosotros mismos y ésto como una especie de virus, repercute en todo nuestro interior, haciéndonos amargos, carentes, infelices y enfermos. Afecta de hecho nuestro ciclo de prosperidad y abundancia. Trabajar La Aceptación es avanzar en nuestro camino de sanación. La aceptación implica primero aceptarnos tal y cual so

Cuando emprendemos el camino de crecer espiritualmente, bien sea para lograr ese equilibrio que ansiamos en nuestras vidas o simplemente porque nos gusta o nos llama poderosamente la atención hacer meditación, metafísica, yoga, reiki, constelaciones familiares o fluviales, ho'oponopono, conocernos más a través del tarot, leer libros de autoayuda, ir a la iglesia más a menudo, en fin cualquier técnica o método espiritual u holístico que nos guíe a ese crecimiento; en realidad estamos emprendiendo un proceso de sanación interior. Muchas personas normalmente expresan: " yo no guardo rencor ", " no tengo nada que sanar " o " yo me siento bien así", pero   en realidad siempre tenemos algo que sanar. Siempre hay una memoria dolorosa que nos perturba, siempre hay una incomodidad con otros y con nosotros mismos que nos desequilibra y no nos deja avanzar. El sólo de hecho de ser humanos, nos indica que mientras estemos en nuestro paso por este plano, s

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Tenemos a nuestra disposición una herramienta sanadora que podríamos calificarla como el mayor de todo los regalos: El Perdón. El Perdón es como ese postre que decimos sólo comer un poco, pero una vez que lo hemos probado resulta que nos lo comemos todo. El Perdón es así, es delicioso, sí muy delicioso porque nos hace felices, nos hace sentir bien, libres. Nos hace más ligeros y nos abre la puerta al Amor. También juega un papel importante en nuestra prosperidad y abundancia. Yo diría que El Perdón y El Amor es en sí lo mismo. Si no hay Amor, no puede haber alguna expresión de Perdón, ya que El Perdón implica que el otro prevalece sobre mi y como dicen las Sagradas Escrituras en la Carta de San Pablo a los Corintios:  El amor todo lo cree, lo puede y lo soporta .  Pero El Perdón también implica un acto de amarse a uno mismo, de Amor propio porque como lo dice el Dalai Lama: " Si no perdonas por amor, perdona al menos por  egoísmo, por tu propio bienestar ", y